Internet posee una gran cantidad de información, pero a menudo acceder a ella puede ser tedioso.
En muchos casos, para informarnos seguimos una rutina de consultar una serie de páginas web, una tras otra. Esta operación requiere abrirlas, cargarlas, recorrerlas en busca de las nuevas noticias, y en ocasiones atravesar mucho contenido que no es de nuestro interés. Si además las páginas incluyen archivos multimedia y publicidad, el tiempo de acceso es aun mayor.
Una segunda opción es el uso de redes sociales. Algunas como Twitter o Mastodon, si se usan adecuadamente, permiten que agrupemos en listas varias las últimas actualizaciones de algunos usuarios para «ver los titulares» en 140 caracteres, y pinchar en el enlace si nos interesa. Otras como Facebook requieren algo mas de tiempo, ya que sus mensajes de actualización son mucho mas largos. Sin embargo, en este caso la información puede ser incompleta debido a que no todo el contenido de una página se vuelca a estos canales, o no permite “afinar” en la sección que deseamos leer. Digamos que suele ser el equivalente a comprarse un periódico: te lo llevas entero, no puedes llevarte solo las secciones de local e internacional, sino que los deportes y la prensa rosa siempre van incluidos en el paquete. Además las actualizaciones de las redes sociales son muy efímeras, ya que pierden relevancia con mucha facilidad, y localizarlas en ese mar de información al cabo de un timepo puede resultar muy complicado.
La tercera opción es emplear RSS, un estándar cuya versión data de 1999, que permite distribuir el contenido de páginas web en cuanto se actualizan, para su posterior lectura en un tipo de programa conocido como “agregador RSS”. Este sistema puede estar instalado en un equipo como una aplicación independiente (por ejemplo Feedreader), formar parte de un navegador web (como las “Suscripciones a páginas” de Mozilla Firefox), o ser un servicio online al que acceder desde donde deseemos (donde solía reinar Google Reader, y ahora Feedly parece estar ocupando su lugar).
Ventajas y desventajas
- Estar a la última: las páginas web y blogs distribuyen todas sus actualizaciones a través de los canales RSS.
- El usuario tiene el control: se suscribe y se da de baja en cuanto lo desee de forma automática.
- Clasificación de fuentes: permite la organización en listas, de forma no excluyente.
- Ahorro en el tiempo de navegación y búsqueda de información. El lector RSS otorga los titulares y un pequeño resumen, para que el usuario decida que leerá y que no.
- Eliminación de SPAM. No requiere el uso de un correo electrónico, de forma que no llenará nuestro buzón. Al suscribirse sólo se recibe la información publicada en las webs que nos interesan.
- Omisión de publicidad y distracciones: solo vemos los contenidos.
- La suscripción es gratuita (pero ojo, no todos los agregadores lo son).
- Capacidad de almacenamiento: los agregadores pueden permitir el etiquetado de los enlaces a noticias que nos han parecido interesantes almacenándolos en un archivo ordenado, para poder recuperar dicha información en el futuro de forma eficiente.
No todos los agregadores permiten visualizar todo el contenido de la página. Algunos no traducen correctamente las imágenes o vídeos.
Cómo suscribirse a un feed
En general, podemos copiar la dirección de la página al lugar adecuado de nuestro agregador (“Marcadores/Suscribirse” en Mozilla Firefox, “Add content” en Feedly…). Muchas páginas contienen poseen su propio icono entre los de redes sociales, pero en general, podemos localizarlo añadiendo a la URL del sitio web la coletilla /feed
o rss
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