Cada día vivimos mas y mas conectados a Internet: cada día miramos nuestros servicios de mensajería, los estados en redes sociales y realizamos diversas búsquedas. Generalmente uno se loguea en los varios servicios para ver lo que tiene pendiente en su bandeja de entrada, y los deja abiertos mientras se dedica a navega por Internet, de forma que si recibe alguna notificación la puede atender de inmediato. Tradicionalmente, al hacer esto el servicio solía llevarse la información de las cookies del navegador, que pueden guardar por ejemplo el historial búsquedas y navegación del usuario. A partir de esa información se mostraban anuncios personalizados para mostrar anuncios que se ajusten a sus intereses recientes, en la llamada “publicidad segmentada”. Y nos guste mas o menos esa publicidad está allí por un motivo: para costear los pagos del servicio. Para quien aun no se haya dado cuenta nada es gratis en la red: nuestras cuentas nos las pagan los anunciantes. Y si no te gusta, paga tu mismo el coste de tener acceso al servidor 24 horas al día, 7 horas a la semana.
De lo que no se suele ser consciente es de que desde que existe el llamado “social login” (usar el registro de un servicio para otro servicio diferentes) o el “login único” de una compañía (el ejemplo mas claro es el “single sign-on” de Google) estamos dándoles indirectamente una gran cantidad de información personal a dichas empresas, al controlar múltiples aspectos de nuestra vida. El problema está en que lo que antes lo solo revertía en publicidad segmentada ahora está generando burbujas de información.
Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, dijo una vez que “saber que una ardilla se muere en tu jardín puede ser más relevante en este momento para tus intereses que saber que muere gente en África”. La personalización puede estar muy bien, pero al hacer esto se me está filtrando información, quedando fuera de mi burbuja.
Hay quien me llama conspiranoica y se rie cuando ve que al acabar una sesión en un equipo siempre salgo de todos los servicios que tenía abiertos, limpio la caché del navegador, el historial, las cookies… A veces incluso hago esto varias veces durante una misma sesión en el navegador. La razón es intentar reducir la cantidad de datos que reciban las terceras partes y el impacto de la burbuja. Me gusta que si debo hacer una búsqueda en Google, esta sea lo mas objetiva posible. No quiero que me aparezca que opinan mis amigos sobre eso, porque si quiero saber su opinión, la buscaré dentro del servicio que comparta con ellos en el momento que me parezca apropiado, señor Google. Así que, por favor, quédese usted en su esquina de la web sin molestarme hasta que lo necesite, y déjeme ver tranquila los resultados verdaderamente relevantes. Y esta situación de filtrado no es sólo por usuario activo, sino por país de origen de la consulta, por idioma…
Situaciones como esta hacen que nuestro mundo cada vez se vuelve mas pequeño. Puede ser bueno que existan los algoritmo sociales de cara al mercado, pero si eso es ubícuo, podemos perder la perspectiva a nivel mundial generando una gran desinformación. Sería bueno que existiese una opción para poder activar o no estos filtros, en lugar de tener que forzar nosotros su mano mediante scripts y extensiones… claro que no les resulta igual de rentable.
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